Maserati Levante: la esencia del refinamiento para un recorrido por algunas de las ciudades más elegantes del norte de Italia.

Giorgio Armani, el diseñador italiano convertido en el icono de la moda italiana en el mundo, uno de los diez más famosos de todos los tiempos, decía que «la elegancia no consiste en hacerse notar, sino en ser recordado». En ese sentido, pues, estamos seguros de que estarás de acuerdo con nosotros si llamamos elegante al suv de lujo Levante (Maserati).  

Confortable, impulsado por un suave y brillante motor turbodiésel, con un aspecto elegante y deportivo, el Maserati Levante, aunque imponente, tiene una carrocería mucho más fina y maciza que muchos de sus rivales.

Alquilar un Maserati en Italia y explorar algunas de las ciudades más elegantes del norte del país es realmente sencillo: sólo tiene que ponerse en contacto con nosotros y decirnos lo que quiere. Estaremos encantados de cumplir todos sus deseos, poniendo el Maserati Levante a su disposición donde usted prefiera: en su casa antes de la salida, en un hotel, en el aeropuerto.

Abróchese el cinturón porque la gira está a punto de comenzar.

Maserati Levante: porque cada viaje se vive tres veces. Cuando lo sueñas, cuando lo vives y cuando lo recuerdas.

Existen algunas ciudades del norte de Italia que son verdaderas joyas y que representan, a su vez, cofres que guardan preciosos tesoros. Este es el caso, en primer lugar, de Cremona, ciudad lombarda situada en la verde llanura atravesada por el río Po. Si el arte puede definirse correctamente como la actividad espiritual con la que el hombre expresa su mundo interior en obras de belleza, la fabricación de violines es sin duda un ferviente ejemplo de ello, es decir, el antiguo arte de diseñar, construir y restaurar instrumentos de cuerda, arco y púa, que cuenta entre sus más grandes maestros a Antonio Stradivari y Giuseppe Guarneri del Gesù, cuyos violines son probablemente los instrumentos de cuerda más famosos y valiosos de la historia, y cuyos talleres acogieron la ciudad de Cremona entre finales del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII. Violín-Cremona es, en definitiva, una pareja inseparable: piensa en uno y se asocia al otro, es inevitable.

Una vez que hayas llegado a Cremona a bordo de tu SUV Maserati Levante, te sorprenderá la belleza del Duomo de la ciudad, la Catedral de Santa María Assunta, que además de ser el principal lugar de culto de la ciudad, es uno de los elementos que hacen única la majestuosa Piazza del Comune, el corazón político y religioso de la capital lombarda. El ingrediente principal de la catedral es el románico, pero también se notan toques de gótico y renacimiento, así como una pizca de barroco. En su interior hay notables obras maestras de la escultura y la pintura, así como algunos misterios interesantes que, por supuesto, no te revelaremos, dejándote la tarea de ir a echar un vistazo para entender de qué estamos hablando.

Trieste y Padova: tus próximas paradas a bordo del Maserati Levante.

Visitar Trieste en Italia implica hacer un viaje a la que se considera la ciudad más centroeuropea del país. Situada en el extremo nororiental de Italia, en Friuli Venezia Giulia, Trieste ha sido durante siglos una ciudad fronteriza cuya huella se revela en elegantes obras maestras históricas, artísticas y arquitectónicas.

Hay innumerables cosas que ver en Trieste. Sólo nos gustaría sugerirte que empieces tu recorrido por la ciudad desde la magnífica Piazza dell'Unità d'Italia, con el estilo neoclásico y vienés de sus palacios y la sugerente vista que ofrece abriéndose por un lado al golfo: una de las plazas más grandes de Europa que da al mar. La plaza alberga varios edificios de interés y en particular:

• El Palazzo del Governo -antiguo palacio de la Luogotenenza austriaca y actual sede de la Prefectura- espléndido por su balcón cubierto de mosaicos de cristal de Murano y piedra blanca;
• El Palacio Stratti con su histórico Caffè degli Specchi;
• El Ayuntamiento, presidido por el campanario y con la fuente de los Continentes delante.;
• El edificio blanco Lloyd Triestino -antiguo Palazzo Pitteri- ahora sede de la Región.

También merece la pena visitar la Catedral de San Giusto, del siglo XIV, resultado de la unión de la iglesia románica del mismo nombre y la de la Asunción. La iglesia, con sus mosaicos, el espléndido rosetón gótico y el campanario adyacente, domina el núcleo histórico de la ciudad.

Una vez hecha la visita, es hora, aunque a regañadientes, de volver a ponerte en marcha y dirigirte en su Maserati Levante (puedes elegir el color que más te guste) a Padua, una ciudad situada al este del valle del Po, a unos 10 km al norte de las Colinas Euganeas y a unos 20 km al oeste de la Laguna de Venecia.

La capital de la provincia del Véneto es conocida como la ciudad de los tres sin, o el Santo sin nombre, porque cuando se habla de San Antonio se dice simplemente el Santo, el Prato sin hierba, refiriéndose al Prato della Valle, y el Caffè sin puertas, que describe el histórico Caffè Pedrocchi que en el pasado estaba siempre abierto.

Hay muchas cosas que hacer en Padua: mencionemos sólo una visita a la Santa, y otra a la Capilla Scrovegni, que es una de las mayores obras maestras del arte occidental. Frescado entre 1303 y 1305 por Giotto, por encargo de Enrico degli Scrovegni, la narración cubre la totalidad de los muros con las historias de la Virgen y de Cristo, mientras que en la contrafachada aparece el grandioso Juicio Final, que concluye la historia de la salvación humana. Una visita es sin duda una de las mejores cosas que hacer en Padua, ¡te lo garantizamos!